
Calorías: La «gasolina» del cuerpo (y de nuestras dietas)
Si alguna vez has mirado la etiqueta de un alimento o has seguido una dieta, seguro te has topado con la palabra «calorías». Pero, ¿qué son realmente? ¿De dónde salen? ¿Son nuestras amigas o nuestras enemigas? ¡Sigue leyendo y descubre todo sobre esta medida de energía que dirige nuestras vidas (y nuestros antojos)!
¿Qué es una caloría y cómo se mide?
Las calorías no son algo tangible que puedas ver o tocar, pero están en todos los alimentos. En términos científicos, una caloría es la cantidad de energía necesaria para elevar un gramo de agua en un grado Celsius. Ahora, como no somos vasos de laboratorio, los científicos usan una unidad más grande: la kilocaloría (kcal), que equivale a 1,000 calorías pequeñas. Así que cuando ves «200 kcal» en una etiqueta, en realidad son 200,000 calorías pequeñas (pero tranquilo, nadie cuenta así).
Para medir cuántas calorías tiene un alimento, los científicos usan un aparato llamado bomba calorimétrica, que básicamente quema el alimento y mide la cantidad de calor que desprende. Suena extremo, pero así es como sabemos que un gramo de carbohidratos tiene 4 kcal, un gramo de proteínas también tiene 4 kcal, y un gramo de grasa nos da 9 kcal (por eso la grasa es tan energéticamente poderosa).
¿Para qué sirven las calorías en el cuerpo?
Piensa en las calorías como la gasolina de un auto. Sin ellas, no nos movemos, no pensamos, ni siquiera respiramos. Nuestro cuerpo necesita energía para todo: desde hacer ejercicio hasta mantener el corazón latiendo mientras duermes.
La cantidad de calorías que tu cuerpo necesita cada día depende de varios factores, como tu edad, peso, altura y nivel de actividad. Esto se conoce como gasto energético total, que incluye:
- Metabolismo basal (las calorías que quemas en reposo para funciones vitales).
- Actividad física (todo lo que mueves desde caminar hasta entrenar en el gym).
- Efecto térmico de los alimentos (sí, hasta digerir la comida quema calorías).

¿Son las calorías buenas o malas?
Las calorías no son ni buenas ni malas por sí solas, lo importante es el balance. Si consumes más calorías de las que quemas, el cuerpo almacena el exceso como grasa. Si consumes menos, tu cuerpo usa las reservas y pierdes peso.
Aquí es donde entran las dietas:
- Para perder peso: Debes crear un déficit calórico, consumiendo menos calorías de las que gastas.
- Para ganar músculo: Necesitas un superávit calórico, comiendo más calorías y combinándolo con ejercicio de fuerza.
- Para mantenerte estable: Comes lo mismo que gastas y tu peso no varía.
Pero ojo: no todas las calorías son iguales. 100 kcal de verduras no afectan el cuerpo de la misma manera que 100 kcal de dulces. La calidad de los alimentos importa tanto como la cantidad.
Conclusión: Conoce tus calorías, no les temas
Las calorías son simplemente energía, y conocerlas te ayuda a tomar mejores decisiones sin obsesionarte con la comida. En lugar de contar cada caloría como si fuera un enemigo, aprende a equilibrarlas con una alimentación saludable y actividad física. ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
Y tú, ¿eres team contar calorías o prefieres guiarte por la intuición? Cuéntamelo en los comentarios.
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